domingo, 21 de junio de 2009

UNA NOCHE EN VIANA

Que hace falta para que a una noche se la denomine "de Rock&Roll"? A primera vista, el frío del ambiente, puñetero cierzo!, no auguraba nada bueno, pero a pesar de la climatología y la aparente poca motivación que supone la escasa afluencia de público a la Plaza de los Fueros en el inicio del concierto (puntualidad exquisita la del grupo), bastó con el "grito de guerra" que año tras año este grupo utiliza para comenzar sus conciertos, para que cual actores de reparto de una película perfectamente planificada, por las diferentes bocas del recinto fueran apareciendo sombras que desafiando al frío se acercaron al calor del rock. Y es que este grupo volvió a mostrarnos ¡qué es el Rock&Roll!.
De la mano de Chuck Berry, Elvis Presley, Ray Charles y compañía nos hicieron bailar, tararear los estribillos y mirar al de al lado viendo en él a un cómplice de nuestro delito, el de disfrutar del ritmo y la alegría, de pensar en tiempos pasados donde nuestra juventud era la dueña de la situación, de saber que esta música era mucho más que música, era el ritmo de nuestra sangre y parece que aún sigue siendo la de este grupo.
Complicidad, mucha complicidad entre los miembros, un estupendo repertorio (alguien pidió un "blues", pero Los Tótem ya estaban lanzados al vértigo y por el contrario las canciones resultaron de lo más "cañeras"), guiños de humor y sonrisas en el escenario para con toda esa amalgama construir una noche de Rock&Roll .
Y así fue, hora y media de ritmo, todo ello reproducido con un sonido impecable (felicidades al técnico), de canciones de éxito de esas dos maravillosas décadas, los 50 y 60, en cuanto a lo que supusieron musicalmente y bañadas de cariño y pasión.
Por otro lado, la calle se vistió de luces centelleantes y colores de anarquía que nos reafirmó en la certidumbre de nuestra sospecha... .La coreografía perfecta para una noche de Rock & Roll.

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